DESEMPLEO JUVENIL EN MÉXICO
El desempleo juvenil o paro juvenil hace referencia a la cantidad de población activa de entre 15 y 24 años de edad que se encuentra sin empleo. Dicho en palabras más sencillas, el desempleo juvenil es la falta de empleo de la población activa más El desempleo juvenil o paro juvenil es el paro de personas jóvenes, como de 15 a 24 años de edad. Una persona desempleada se define como alguien que no tiene trabajo, pero está buscándolo activamente. Por tanto, para contar como parado en las medidas oficiales y estadísticas, el individuo debe carecer de ocupación, estar dispuesto a trabajar, ser capaz de hacerlo, encontrarse en el rango de edades en que está permitido trabajar en su país, y estar buscando activamente un empleo. Los índices de paro juvenil tienden a ser más altos que los de adultos joven.

El antecedente mas importante es la La educación, podría ser uno de los factores más importantes. Según el Foro Económico Mundial, una de las principales causas es que el nivel de educación no se adapta correctamente al mercado laboralHay causas múltiples y complejas detrás del desempleo juvenil. Hoy día las que más se debaten son la calidad y pertinencia de la educación, la inflexibilidad del mercado de trabajo, y la normativa laboral, que a su vez crean una situación de asistencia y dependencia.
La calidad y la pertinencia de la educación se consideran a menudo como las causas principales del paro juvenil. La educación debe ser accesible a todas las personas, pero no está adaptada a las necesidades del mercado laboral, lo que lleva a 2 consecuencias: los jóvenes no encuentran trabajo y los empresarios no encuentran empleados con las habilidades que necesitan. Combinadas con la crisis económica y la insuficiente creación de empleo en muchos países, han resultado en altos índices de paro y el surgimiento de una crisis de habilidades. Las encuestas sugieren que hasta la mitad de las empresas tienen puestos vacantes y están luchando para cubrirlos con personas adecuadamente cualificadas. La juventud desempleada ha sido tildada de "generación perdida": no solo por la pérdida de productividad, sino también por el impacto directo e indirecto a largo plazo que el paro tiene en personas jóvenes y sus familias. Se ha calculado que una temporada en paro afecta a los ingresos de una persona durante aproximadamente 20 años. Como no puede adquirir habilidades o experiencia durante sus primeros años en la población activa, la juventud desempleada ve una disminución de por vida en sus ingresos cuando se comparan con quienes siempre han tenido trabajo. El paro juvenil generalizado lleva también a una generación socialmente excluida y en grave riesgo de pobreza
Entre las causas principales del desempleo juvenil se encuentran:
- Educación: La educación podría ser uno de los factores más importantes. Es decir, las empresas no contratan a trabajadores jóvenes porque no encuentran en ellos las habilidades que necesitan. Eso sí, todo sea dicho, la formación superior no garantiza la desaparición del desempleo juvenil. En conclusión, a veces ocurre que hay menos cualificación y, en otras ocasiones, que existen una sobre cualificación.
- Crisis económica: Ante una crisis económica, es muy probable que el desempleo juvenil se resienta más. En épocas de recesión económica los empleados jóvenes son los últimos en acceder al empleo y los últimos en salir. Esto es debido a que es menos probable que hayan recibido una amplia formación en la empresa. A lo anterior hay que añadir que el tipo de contrato suele ser más flexible.
- Falta de objetivos: Otra de los factores que se pueden achacar al desempleo juvenil es la desmotivación. Incluso aquellos con formación superior, terminan la universidad o los grados de formación sin saber muy bien a qué se quieren dedicar. De esta forma, van buscando puestos de trabajo que quizás no se ajustan totalmente a su perfil. Por ello, es muy importante tener claros los objetivos para adquirir las capacidades necesarias.
- Políticas insuficientes: El Gobierno de un país tiene el poder para poner rumbo a una situación. Es cierto que al final quiénes contratan son los empresarios. Sin embargo, mediante políticas, se puede facilitar la contratación de los más jóvenes. De este modo, se evita que personas formadas en un país huyan a otros países a buscar empleo.
Estas son algunas de las principales causas y consecuencias del desempleo juvenil. Algunas de ellas son más flexibles y otras menos. Por ejemplo, adaptar la educación al mercado laboral es algo complejo y gradual. Sin embargo, la ejecución de políticas que faciliten el empleo juvenil, es algo más sencillo.
En nuestro país, los últimos datos de la OCDE, la tasa de desempleo juvenil en abril de este año fue de 11.6%, comparado con el 8.3% del mes anterior (Malacara, 2021). La organización atribuye a este crecimiento a que los trabajadores jóvenes tienen contratos menos estables y fue uno de los sectores más afectados por la crisis del Covid-19. Según la Confederación Patronal de la República Mexicana (Copamex), actualmente existen 384 mil 225 personas jóvenes ocupadas, menos de las que había previo a la pandemia, esto es-2%. Los estados que tuvieron una mayor reducción de la población joven ocupada fueron Veracruz, Tabasco y Ciudad de México con una caída de 16, 14 y 11 por ciento, respectivamente (Coparmex, 2021).
El desempleo juvenil se posiciona actualmente como uno de los temas más preocupantes dentro de la agenda de los países especialmente en México. La literatura ha demostrado que altas tasas de desempleo tienen consecuencias económicas y sociales, que incluyen la erosión de la cohesión social y el fomento de la criminalidad.
Adicionalmente, se ha encontrado que largos periodos de desempleo implican una menor probabilidad de encontrar trabajo y menores salarios en el futuro. Finalmente, el desempleo juvenil elevado podría perjudicar la sostenibilidad del gasto social en los países donde la población está envejeciendo rápidamente, al aumentar la relación de dependencia definida por el número de personas mayores que deben ser sostenidas por los adultos que trabajan
Cuando se trata de desempleo, como hemos indicado al inicio del concepto, estamos diciendo que existe un desajuste entre oferta y demanda. A nadie le gusta estar desempleado. Buscar empleo y no encontrar trabajo, sin duda, es algo frustrante. De ahí que preguntarnos cuáles son las causas del desempleo juvenil sea una duda lógica.
hay tanto opciones, orientaciones, y hasta sugerencias como:
• Incrementar la capacidad de los jóvenes para insertarse de manera digna en el mercado laboral.
• Fortalecer los marcos institucionales nacionales y locales para promover el empleo digno.
• Fortalecer la capacidad de liderazgo, arraigo e identidad de los jóvenes y fomentar su participación en la construcción de una visión de desarrollo local compartida por la comunidad.
En México, como en el resto del mundo, la tasa de desempleo juvenil es muy superior a la del resto de la economía y esta relación no parece cambiar con el ciclo económico. Para México encontramos que los jóvenes con menor educación y menores ingresos experimentan menor tasa de desempleo que los jóvenes de los estratos socioeconómicos y educativos más favorecidos, lo cual, a partir del modelo teórico que desarrollamos, sugiere un importante componente voluntario que los diferencia a razón de que hay un desajuste salarial (mismatch) entre lo que esperan ambos grupos y lo que les ofrece el mercado
El desempleo juvenil ha atraído la atención de académicos y líderes de políticas públicas por su gravedad como problema económico, y el fenómeno ha sido objeto de teorización, investigación y política en cuanto a sus efectos sobre la producción y el bienestar.
Por lo tanto, la literatura sobre este tema es muy extensa, y va desde el análisis teórico hasta las discusiones metodológicas y definitorias del estado de juventud del individuo. En este sentido, los trabajos que abordan este tema son de carácter multidisciplinario, por lo que es evidente la complejidad del fenómeno, lo que en algunos casos hace que los efectos perduren hasta la edad adulta. Estas consecuencias están relacionadas con el despilfarro y degradación del capital humano, la incapacidad para satisfacer las propias necesidades, la incapacidad para generar ingresos que permitan acceder a bienes y servicios, y la precariedad económica, que se manifiesta en la pérdida de la capacidad de ahorro a lo largo de la vida. ciclo, en general, futuras oportunidades de trabajo.
CAUSAS:
Los más populares argumentos relacionados con las causas del desempleo juvenil se centran entre quienes aducen que esta problemática es efecto de la dinámica poblacional de los jóvenes y de las jóvenes, donde el ritmo con el que ingresan al mercado laboral es más rápido que el ritmo con que éste puede absorberlos, proceso que está determinando por el “tamaño de la cohorte” (Easterlin, 1969), debido a que aquellas cohortes precedidas de altas tasas de fecundidad, al momento de entrar al mercado laboral experimentan fuertes restricciones para encontrar empleo.
Es decir, un crecimiento abrumador de la población joven, implica un crecimiento de iguales proporciones de los jóvenes y las jóvenes que buscan trabajo y cuya magnitud no es correspondida por los mercados laborales (Vila, 1985, y Fortino, 2007).
Variables socio demográficas como el género, el estado civil, e hijos o hijas dependientes, implican efectos diferenciales del desempleo juvenil. Jóvenes con hijos o hijas dependientes, tienen menor probabilidad de encontrar empleo; respecto al estado civil, en los hombres no existe evidencia de efectos diferenciados entre casados y no casados, pero en el caso de las mujeres, las casadas tienen un 58% menor de probabilidad de encontrar empleo que las solteras (Ahn & Ugidos, 1995).
Al contrastar el precitado argumento con la dinámica poblacional de los países, encontramos casos que lo apoyan y refutan. Tal es el caso de Nigeria, país que ha registrado persistentes tasas de crecimiento poblacional e iguales tasas de desempleo juvenil que oscilan entre el 40 y el 75% (Venatus & Agnes, 2010, p. 232); el denominado efecto Baby Boom, que se presentó en la Segunda Guerra Mundial, caracterizado por un aumento de las tasas de natalidad y una drástica subida de las tasas de desempleo juvenil como consecuencia de un acelerado incremento del número de personas con edades entre los 16 y los 24 años (Levin, 1983, p. 235).
En América Latina la tendencia de las tasas de fecundidad alcanzaron niveles de 3,4 nacimientos por mujer, que aumentó el peso relativo de la población en edades productivas y reproductivas, y simultáneamente el número de personas que aspiran a ingresar a la fuerza de trabajo, que como efecto inmediato, provoca elevadas tasas de desempleo, especialmente entre los jóvenes (Thezà, 1995).
En contraste, en Estados Unidos y en Australia rechazan este argumento, debido a que estos países históricamente han registrado elevados niveles de desempleo juvenil durante todas las fases del ciclo demográfico (Levin, 1983, p. 236), por lo que a pesar de que la dinámica demográfica de los jóvenes y las jóvenes puede ser una explicación al desempleo juvenil, esta no parece ser una causa importante, porque este, según Kabbani y Kothari (2005) y Abad (2005), depende en gran medida de otras variables como las condiciones macroeconómicas de los países y del mercado laboral.
La transición, vista como el espacio entre el momento en que el sujeto joven termina –por abandono o culminación– su etapa educativa, se convierte en un arma de doble filo, en el sentido de que surge como un espacio de oportunidad en el que los jóvenes y las jóvenes tienen la posibilidad de enriquecer su capital humano con experiencia, aprendizaje e identificación de perfiles ocupacionales; y como un espacio de exclusión que se expresa principalmente en los sujetos jóvenes de bajos ingresos, quienes por su condición socioeconómica, por los déficits educacionales y por la necesidad de ingresos a tempranas edades, enfrentan mayores restricciones al momento de entrar al mercado laboral, cuya consecuencia es la precariedad, la informalidad y la baja productividad en el trabajo (Ramírez, 2002).
Es posible distinguir al menos cuatro aspectos que ayudan a comprender este complejo problema:
–Las expectativas de los propios jóvenes respecto del empleo esperado vs. el ofrecido: Esto es un problema habitual en la búsqueda del primer empleo, principalmente cuando existen mayores recursos económicos y académicos. Al respecto, el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), en torno a una encuesta sobre la percepción de empleabilidad juvenil, señala que en la actualidad los jóvenes tienden a buscar empleo principalmente a través de portales web o bolsas de empleo, y en la red de contactos.
– Insuficiencia del capital humano acumulado: Esto se da principalmente en los casos de jóvenes que provienen de familias de escasos recursos, cuya inserción laboral es urgente y necesaria, por lo que generalmente abandonan en etapas tempranas el sistema escolar. Para ellos, en los casos de encontrar trabajo, estos suelen ser de muy baja remuneración y con escasas perspectivas de aprendizaje como para levantar una carrera ocupacional. Sin embargo, también es relevante enfatizar que la correlación positiva entre escolaridad y probabilidad de encontrar empleo no constituye condición suficiente ni es lineal, ya que la formación educacional no basta para evitar el desempleo, aunque reduce la contingencia.
–Rigidez de contratación, costos y despidos de los jóvenes: Esto también está asociado al ingreso mínimo.
–Los problemas de una economía que presenta dificultades para potenciar el dinamismo y el crecimiento.
BENEFICIOS Y RIESGOS DEL NUEVO MERCADO LABORAL
El mercado laboral evoluciona para adecuarse al mundo en el que vivimos. Tanto candidatos como empresas han de mantenerse al día respecto de estas tendencias para no perderse ante las nuevas oportunidades.
Competencias digitales para el nuevo mercado laboral
Tal y como han marcado las últimas décadas, el mundo laboral continuará su evolución hacia una digitalización integral que permita agilizar sus procesos. Aprender a desenvolverse de forma fluida en un entorno tecnológico, así como aprender a crear programas y aplicaciones serán competencias clave del trabajador del futuro.
Detectarlas correctamente será una árdua tarea para el departamento de Recursos Humanos de las empresas.
La formación en el nuevo mercado de trabajo
Al mismo tiempo, la formación será más elevada que nunca, pues el acceso a la educación superior en los países desarrollados ha provocado que cada vez se exija una titulación superior para llevar a cabo cualquier puesto de trabajo mínimamente cualificado. Por supuesto también será importante la formación dentro de la empresa.
Una apuesta fundamental para motivar a los trabajadores que también deberá ir más allá de los cursos tradicionales y apostar por la gamificación y otros recursos; así como por la medición de los resultados y la generación de informes.
Un software de gestión de formación permiten gestionar multitud de recursos –vídeos interactivos, documentos en pdf, artículos, imágenes–, conocer las dificultades, puntos fuertes y necesidades de la plantilla, y monitorizar sus progresos y hasta la propia eficacia de la formación en sí misma.
Flexibilidad y conciliación, claves del nuevo mercado laboral
La flexibilidad será el atributo por excelencia en los entornos de trabajo y el mercado laboral. El teletrabajo, los horarios libres y demás ventajas hacen que la relación entre el empleado y la empresa se pueda perfilar según las preferencias de ambos para llegar a un acuerdo que facilite la conciliación de vida laboral y vida personal del empleado sin afectar, en ningún caso, a la productividad de la compañía.
«En este nuevo mercado laboral», tomando como ejemplo las grandes ciudades, existe un auge de centros de negocios en Madrid y Barcelona como los de Lexington, donde las empresas apuestan cada vez más por fórmulas de trabajo flexibles, así como por el alquiler de oficinas híbridas en las que los equipos pueden combinar teletrabajo y trabajo presencial a través de un sistema de rotación.
Esta modalidad de espacios flexibles, también conocida como coworking, se está convirtiendo en la solución preferida por compañías de todos los tamaños.
Trabajo en equipo
Otra de las cualidades que apuntan a convertirse en las más valoradas por los reclutadores es la capacidad de trabajo en equipo pues, la tendencia empresarial apunta a la colaboración y convivencia como la mejor manera de crear un buen ambiente de trabajo. De hecho, incluso las empresas pequeñas o los autónomos se verán influenciados por esta oleada de cooperación entre profesionales debido a la creciente moda de los espacios coworking que, en el futuro no harán más que multiplicarse.
Responsabilidad ambiental, tendencia en el mercado de trabajo
Finalmente, lo que en definitiva marcará el rumbo de las próximas décadas del mercado laboral es desarrollar una auténtica conciencia en responsabilidad ambiental. Dejar de lado el greenwashing y comenzar a aportar algo a la mejora de las condiciones medioambientales será la máxima prioridad de las compañías y, por lo tanto, buscarán profesionales que estén tan comprometidos como la empresa.
Cómo serán los trabajos del nuevo mercado laboral
Las compañías seguirán la evolución que iniciaron años atrás hacia una cultura empresarial fuerte y abierta donde los empleados se sientan una parte más del todo y donde el esfuerzo se vea recompensado.
La productividad como parámetro estrella
La productividad se convierte en la variable más importante para medir el rendimiento de los trabajadores. Así, aquellos más productivos serán los que se vean recompensados con ascensos que permitan impulsar su carrera a un nuevo nivel.
Esto pasará por una tendencia a la implementación de herramientas que permitan monitorizar los resultados de cada empleado de forma objetiva y que, al mismo tiempo, contribuyan a detectar sus necesidades de formación.
Un punto en el que el software de evaluación de desempeño se volverá imprescindible. Se trata de una manera de obtener datos no sesgados que pueden generar informes a corto y largo plazo, que mejora la toma de decisiones, etcétera.
Más allá del salario
El salario, aunque sigue siendo importante, pierde peso frente al salario emocional, pues las nuevas generaciones están dispuestas a renunciar a una compensación mayor a cambio de una mejor conciliación.
También otras prestaciones como la formación complementaria o la oportunidad de participar en actividades de otros departamentos de la empresa resultará cada vez más atractivo para aquellos candidatos con más inquietudes.
Temporalidad de los trabajos
Finalmente, la gran tendencia de los trabajos será la temporalidad. Palabras como minijobs o contratos por proyecto dominarán las ofertas de trabajo.
De este modo, se reducirán los vínculos a largo plazo con el trabajador y se tenderá más a la especialización. Las tareas menos importantes se externalizarán a otras compañías para reducir el flujo de trabajo y centrarse en los procesos de mayor importancia.
Esta temporalidad, por su parte, implicará una mayor rotación y, por lo tanto, nuevas necesidades de reclutamiento y selección. Los procesos se volverán todavía más masivos y requerirán de nuevas herramientas de multiposting. Plataformas como el ATS de Bizneo HR –que permiten la publicación y gestión centralizada de candidaturas en más de 80 fuentes de reclutamiento distintas serán fundamentales en este proceso–.
Cómo serán los trabajadores del nuevo mercado laboral
Los trabajadores freelance se multiplicarán y con ellos, la especialización. Así, las competencias técnicas y transversales ganan peso frente a la educación superior tradicional.
Dada la velocidad a la que evoluciona la sociedad, el trabajador del futuro debe estar siempre en formación para poder adaptarse a las nuevas técnicas y tecnologías que lleguen al sector. De lo contrario, se quedará anclado e irá perdiendo poco a poco nuevas oportunidades de progresar y ascender en su carrera.
Los atributos más destacables del trabajador del futuro serán:
• Espíritu emprendedor
• Conocimiento de idiomas
• Gran disponibilidad para movilidad laboral
• Espíritu emprendedor
• Alto grado de especialización
• Competencias transversales
Tendencias 2022 del mercado laboral
Desde hace algunos años, podemos ver tendencias del mercado de trabajo que no harán más que crecer durante la próxima década.
Una de ellas, es la creciente importancia que han ido ganando las formaciones medias dentro de sectores tan diversos como la construcción o la informática. Este tipo de profesionales son cada vez más necesarios y continúan siendo escasos en el mercado actual.
Otra de las grandes tendencias, esta vez dentro de las empresas, es desarrollar la capacidad de construir un salario emocional competente y honesto, que de verdad suponga una mejora en la calidad de vida de nuestros empleados y que, por supuesto, mejore la productividad de nuestra empresa.
Sin duda, la flexibilidad horaria y el teletrabajo son fundamentales dentro de este salario emocional pues, ambas modalidades permiten una conciliación sencilla sin suponer grandes alteraciones al flujo de trabajo de la empresa.
Asimismo, el trabajador deberá aprender a trabajar por objetivos en lugar de limitarse a cumplir un horario. Este método nos permitirá de forma sencilla valorar el rendimiento y la implicación de las personas componentes de nuestro equipo objetivamente.
Los sectores del mercado laboral con más demanda
Se prevé que, en España, los sectores con mayor crecimiento serán el tecnológico, el industrial, el financiero, marketing y comercio digital y construcción y hostelería.
Dentro de estos sectores, aparecen todo tipo de profesionales, pero durante el próximo año, aquellos más demandados serán:
• Especialistas en análisis numérico y de datos: Los candidatos con formación en matemáticas o estadística se convertirán en los más deseados por las grandes empresas para mejorar el rendimiento de estas mediante el análisis.
• Expertos en CRMs, Typescripts y Javascripts: Los conocimientos tecnológicos serán indispensables dentro de cualquier sector, y, cuanta mayor especialización tenga en trabajador en los softwares más utilizados dentro de su área de actividad, más valorado será.
• Empleos verdes: Todos los profesionales con formación relacionada con las Ciencias del medioambiente serán muy buscados por las empresas dadas las tendencias en RSC que dominarán occidente durante las próximas décadas. El cambio climático y la mayor visibilidad de los activistas hacen que las compañías tengan cada vez más urgencia en mejorar sus procedimientos para desempeñar su actividad económica con el mínimo impacto.
• Economía del cuidado: La formación relacionada con la salud y el cuidado de personas y animales serán indispensables en el próximo año. Si la tendencia continúa, el sector puede vivir un auge similar al de las profesiones tecnológicas.
Nuevos sectores en el mercado laboral
Entre los sectores que más crezcan en el próximo año encontramos, por un lado, empresas tecnológicas y punteras que continuarán su desarrollo y, por el otro, casos particulares de profesiones más tradicionales que verán un gran repunte debido a los cambios demográficos que hemos experimentado como es el caso de la agricultura y ganadería o del trabajo social y educativo.
También, la protección ambiental marcará el rumbo del mercado, desarrollando sectores como la biología la gestión de residuos, la cual puede resultar decisiva de cara al futuro.
• Energías renovables
• Robótica
• Inteligencia artificial
• Programación
• Investigación biológica
• Educación
• Gestión de residuos
• Trabajo social
• Labores rurales
MODELO MATEMATICO
TASA DE ACTIVIDAD= POBLACIÓN DESEMPLEADA
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA X100
TASA DE DESEMPLEO= POBLACIÓN DESEMPLEADA
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA X100
Según los datos de JULIO del 2021,en México hay una población mayor de 16 años de 39.566.438 personas. De ellos, 21.975.200 son activos. Los ocupados ascienden a 18.607.200
Según los datos de FEBRERO del 2021,en México hay una población mayor de 16 años de 35.566.438 personas. De ellos, 20.975.200 son activos. Los ocupados ascienden a 15.607.200
a) ¿Cuál es la población inactiva?¿Y la desempleada?
PET=35.566.438 PA=20.975.200 PO=15.607.200
PET=PA+PI
35.566.438=20.975.200+PI
PI=16.591.238
La población inactiva es 16.591.238 que no quieren trabajar
b)Para calcular la población desempleada partimos de la formula de poblacion activa
PA=PO+PD
20.975.200= 15.607.200+PD
PD=2.368.000
La población desempleada es 2.368.000 personas que buscan trabajo y no encuentran
PET=35.566.438 PA=20.975.200 PO=1.607.200
Pi=16.591.238 PD=2.368.000
TA= P.ACTIVA 20.975.200
P. EN EDAD DE TRABAJAR X100= 35.566.438 X100=58.97%
De cada 100 personas mayores de 16 año, hay 65 que desean trabajar (los otros 35 son inactivos)
TASA DE DESEMPLEO= P.DESEMPLEADA 4.368.000
P.ACTIVA X100= 20.975.200 X100=20.8%
De cada 100 personas que desean trabajar, hay 21 que no encuentran trabajo. Y los otros 79 son ocupados
COMO SEGUNDO EJEMPLO Y TOMANDO EL CASO HIPOTETICO ANTERIOR
Se tiene la cifra real que en México la tasa de desempleo es del 3.3%
Y que de 100 personas que tienen el deseo de trabajar 79 son ocupados y 21 desempleados
Con dichas cantidades se presenta la siguiente derivada con el propósito de obtener el 3.3 porcentaje actual de desempleo
PROCEDIMIENTO:
Paso 1: Multiplicar ambos lados por 100
Paso 2: Simplificar
Paso 3: Dividir ambos lados entre 100
Paso 4: Simplificar
Paso 5: Para = f(a) las soluciones son x=√f(A) , - √(f(a)
Que también como resultados nos da x=3.3 x=-3.3
CONSECUENCIAS
La situación de desempleo puede ser considerada unos de los eventos más estresantes de un individuo, de hecho, los efectos psicológicos más frecuentes provocados por el desempleo, destacan el aumento de sintomatología depresiva, los sentimientos de inseguridad y de fracaso, la pérdida de autoestima, deterioro de las relaciones familiares y sociales. Además de una experiencia de degradación social, de vergüenza o sentimientos de culpa. Todo ello, revela un cambio importante en el autoconcepto del individuo.
La falta de empleo no solo representa una carencia económica, que para muchos jóvenes significa dependencia a las figuras parentales. Obtener un empleo es una expectativa social y cultural adquirida desde la infancia y desde entonces continuamente reforzada a través de las influencias de la escuela, la familia y los medios de comunicación; y cuando el individuo logra insertarse en el mundo del trabajo, accede a un nuevo status y a una nueva identidad social. El desempleo interrumpe este proceso con lo que va a generar una nueva experiencia de derrota y de fracaso. Acarrea un retraimiento marcado por la depresión, y ansiedad, una disminución de las relaciones sociales y pasividad.
Los efectos que tendría para los jóvenes el no contar con un empleo los ubican en un contexto social que no les permite tomar decisiones relevantes, debido a su condición de dependencia. Lo anterior ocasiona que no exista la posibilidad, de construir un proyecto de vida particular, ya que no se ha cumplido plenamente el proceso de transición de la persona joven al mercado de trabajo. La falta de trabajo decente a temprana edad afecta las perspectivas laborales futuras y disminuye la capacidad de ahorro a lo largo del ciclo vital. El vínculo entre el desempleo juvenil y la exclusión social podría generar sentimientos de marginalización y aumentar los grados de violencia y las adicciones. Y contribuyen a anclarlos en sus contextos de exclusión, al proponerles una educación orientada a empleos informales e inestables.
Trabajo elaborado por:
Josafaph Aldahir cruz mariano
Freddy cruz moo
Jocelin Eugenia Márquez Cruz
Heidi Arianna Mateo Miguel
Mariela Mendoza Herrera
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